Duerme familia en una cama individual adentro de un agujero

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Hace seis meses Martina, Víctor Manuel y sus hijos de 7, 4 y 1 años de edad perdieron el poco patrimonio que tenían, un pequeño cuarto de láminas y cartón que quedó convertido en cenizas porque se les olvidó apagar el fogón.
El día de la tragedia, Víctor, de 28 años de edad, salió a trabajar como albañil, Martina y sus hijos fueron a visitar a su mamá, nadie se acordó de apagar el fogón que usaban para cocinar.
“Fue un accidente, ese día todos salimos, ya cuando regresamos encontramos todo quemado, que en realidad era muy poco” recuerda la señora visiblemente triste y con voz entrecortada.
Desde entonces viven en un hoyo de tres por tres metros con un techo improvisado con láminas sostenido con troncos, piedras y un viejo rin de un carro que el propio Víctor cavó y que sirve para que el aíre no se lo lleve.
Duermen los cinco adentro del agujero en una cama individual vieja, con un colchón sucio acompañados de un estante obsoleto de madera, es todo lo que tienen.
Antes del incendio, la pareja y sus hijos vivía en casa de los padres y hermanas de Víctor Manuel, pero era una casa pequeña y empezaron tener algunas incomodidades y decidieron construir el cuarto en el poblado conocido como San José del Montecillo, que se encuentra cerca de la entrada a la comunidad de La Trinidad.
“Cuando veo que está nublado, que empieza a llover o que hace frío, nos vamos a dormir a la casa de mi mamá”, relató la señora, con un poco de pena mientras observaba el hoyo donde subsisten.
El caso de esta familia fue dado a conocer a través de las redes sociales, entonces algunas personas se han organizado para llevarle despensas y ropa para los niños quienes hasta antes de la pandemia tenían que trasladarse hasta La Sauceda para asistir a la escuela.
Otras personas se organizaron para donar material para construcción para un pequeño cuarto en que planean vivir, sin agua, sin luz, sin drenaje.
Pero el material que se ha conseguido no alcanza, Martina pide ayuda sobre todo para poder construir el cuarto, pues ya hay voluntarios para poner mano de obra.
Al enterarse, personal del DIF Municipal visitó la familia, le llevó algunas despensas, pero la dependencia argumentó que no puede ayudar a la familia con la construcción porque Martina no tiene escrituras del terreno que le regaló su papá y que ocupa desde hace casi un año, si, el mismo lugar donde ocurrió el incendio.
“Pues aquí la estamos pasando, esto del virus nos afectó a todos, no hay manera de conseguir las escrituras y salen caras, no hay dinero, no hay trabajo para mi esposo. Tenemos algo de despensa que nos han donado, con eso la estamos pasando, lo que nos urge es construir el cuarto para ya estar fijos como familia, necesitamos ayuda”, pidió Martina.