Inician su Propio Huerto Familiar desde Casa

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Los Grupos de Desarrollo Comunitario, fomentan la creación de huertos familiares en los hogares guanajuatenses, para garantizar el abastecimiento y el consumo de alimentos saludables.

Las familias pueden iniciar su propio huerto familiar debido a los múltiples beneficios, tanto económicos como para garantizar el consumo de frutas y verduras para llevar una vida sana.

Existen una gran cantidad de alimentos que se pueden sembrar desde el hogar, sin la necesidad de tener semilla y mucho menos conocimientos en jardinería. Durante el comienzo de la primavera, resulta un buen momento para los cultivos, fortalecer el suelo y realizar algunas podas.

Un huerto en casa tiene la finalidad de fomentar la producción de hortalizas para contribuir en una alimentación sana y de calidad, así como un ahorro en la economía de la familia. De esta manera se busca desarrollar otras alternativas de desarrollo, que mejoren la sustentabilidad y así cuenten con algunos insumos alimenticios para su venta y consumo.

Criterios para elegir el terreno y tipos de siembra: Directa: Las semillas se siembran directamente en el terreno o en algún contenedor como botes o macetas. De trasplante: Las semillas se ponen a germinar en contenedores como charolas de unicel, vasos, macetas, cualquier otro material, para que una vez las semillas germinen y las plántulas tengan una altura alrededor de 10 centímetros, posteriormente se pueden pasar al terreno donde se va desarrollar la producción.

Planificación del huerto: Consiste en hacer un plan o calendario de producción en el que se tome en cuenta, qué hortalizas se van a sembrar, cómo se va escalonar la producción de los cultivos, demanda de alimentos, gustos y áreas que se van a destinar para la producción.

Material a utilizar: Para el establecimiento del huerto se requieren algunas herramientas sobre todo de la preparación del terreno como pico, pala, azadón, rastrillo, araña, regadera semilla o plántula y abono.

Preparación del terreno: 1) Por medio de la pala y pico remueve el terreno a una profundidad de 50 o 60 centímetros para fortalecer el buen desarrollo de la raíz y pueda absorber el agua de los nutrientes para la planta. 2).- Con el rastrillo rompe los terrenos para evitar que estos interfieran en la germinación de la semilla ya que son de un tamaño muy pequeño. 3).- Con la araña retira los restos de material vegetal, piedras y terrenos no disgregados. 4).- Con el azadón forma los surcos.

Riego: Después de la siembra se procede a dar el riego de asiento, teniendo cuidado de hacerlo con gota fina para que la humedad alcance la semilla sin que ésta sea removida del sitio donde se siembra. Para determinar la frecuencia de los riegos, es necesario hacer muestreos con los dedos, procurando no dejar que el suelo se seque por periodos prolongados. Es importante hacer los riegos por la tarde o por la mañana evitando cambios bruscos de temperatura.